Yo vivo de vvaa
No nos sentíamos tristes, sino simplemente contrariadas. La muerte a veces te daña, otras te despierta. Y otras simplemente te desencaja y te coloca en un lugar que no te corresponde: la vida se vuelve un perro rabioso lleno de traumas al que es imposible controlar; necesitas meses, quizá años, para dominarlo primero y encariñarte después. Para reconciliarte con él y ser capaz de caminar a su lado por el parque.
|