Pez en la hierba de Ángel Gil Cheza
De vuelta a la casa se fijó en el cielo, que se replegaba ya tras las montañas. Había estrellas, una por cada hombre bueno, contaba una vieja leyenda. Demasiados pocos hombres buenos, pensó.
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Pez en la hierba de Ángel Gil Cheza
De vuelta a la casa se fijó en el cielo, que se replegaba ya tras las montañas. Había estrellas, una por cada hombre bueno, contaba una vieja leyenda. Demasiados pocos hombres buenos, pensó.
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