Otoño lejos del nido de Ángel Gil Cheza
Así es Barcelona, como el primer amor. Intenso y dramático. Y sin embargo, quien llega de fuera, de la misma antípoda o de la otra ribera del Ebro, hable catalán, taushiro o kaixana, se sentirá de allí, barcelonés..., como Édgar, como Ivet, como Tarrós... Porque las ciudades no son nada más que gente, y la gente tiene la capacidad de ser lo que quiera ser.
|