Relatos para amantes de los libros de V.V.A.A
¿Cómo es que nadie ha usado aún la pluma para describir el tormentoso desconcierto que se abate sobre un escritor cuando está triste, pero tiene el deber de hacer reír al vulgo o, por el contrario, cuando está de buen humor, pero el oficio le exige derramar amargas lágrimas por encargo? Chist, Antón Chéjov |