El tiempo entre nosotros de Tamara Ireland Stone
Pero las dudas se borran de mi mente ora vez cuando él se inclina hacia delante y desliza lentamente el pulgar por el contorno de mi mandíbula hasta el mentón. Cierro los ojos mientras desplaza el dedo hacia mi boca y me roza el labio inferior, y noto que me acerco, como atraída por el campo gravitatorio que lo rodea. Hace ademán de besarme, y yo cierro los ojos de nuevo e inspiro brevemente, esperando el contacto de sus labios. Pero el beso nunca llega. En vez de ello, noto que se detiene. Su aliento me acaricia la mejilla, y la palabra “perdón” me llena el oído en un susurro. —¿Por qué? —murmuro. —Por esto —suspira—. Lo siento. No puedo… |