El hombre que calculaba de TAHAN MALBA
¡Maktub! ¡Estaba escrito! La flecha, suelta en el aire, exclama llena de alegría: Por Allah, ¡soy libre!, ¡soy libre! Pero se engaña, pues tiene su destino marcado por la puntería del tirador.
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El hombre que calculaba de TAHAN MALBA
¡Maktub! ¡Estaba escrito! La flecha, suelta en el aire, exclama llena de alegría: Por Allah, ¡soy libre!, ¡soy libre! Pero se engaña, pues tiene su destino marcado por la puntería del tirador.
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