Una bala con mi nombre de Susana Rodríguez Lezaun
Me sequé el pelo y me dejé la melena suelta. Luego apliqué una generosa capa de crema hidratante en las bolsas bajo mis ojos y repartí una discreta pero reparadora ración de maquillaje sobre mi cara. Un poco de rímel y un suave brochazo de polvos de sol completaron el trabajo de restauración.
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