Hercules Oetaeus de Séneca
Quedó al fin como era y bajó la cabeza con la afrenta de no tener más que un cuerno, al tenerme ya como esposa el Alcida, por haber vencido, emprendió de nuevo el camino de Argos
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Hercules Oetaeus de Séneca
Quedó al fin como era y bajó la cabeza con la afrenta de no tener más que un cuerno, al tenerme ya como esposa el Alcida, por haber vencido, emprendió de nuevo el camino de Argos
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