El Misántropo o el atrabiliario enamorado de Molière
Consiento en olvidar tus desmanes; sabré expulsarlos a todos en mi alma, y para mí mismo los cubriré bajo el dictado de una debilidad a que fue inducida tu juventud por las viciosas costumbres de la época, con tal de que tu corazón consienta en secundarme en mi proyecto de huir de los hombres, y de que te resuelvas sin demora a seguirme al desierto donde he hecho voto de vivir
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