El Misántropo o el atrabiliario enamorado de Molière
Yo no tengo ni talle ni humor para poder soportar la frialdad de una bella. Queda para las gentes mal hechas, de méritos vulgares, eso de arder constantemente por beldades severas, languidecer a sus pies sufriendo sus rigores, buscar socorro en los suspiros y en las lágrimas, y por medio de una corte muy prolongada tratar de obtener lo que se niega a su poco mérito
|