Reportajes de la historia de Martín de Riquer
Se veía a las muchachas arrojarse en brazos de sus madres infortunadamente, y a éstas, con el cabello suelto, agarrar a los soldados por la barba para impedirle consumar su crimen. Las deshonraban una después de otra y las mataban después a vista sus padres y sus maridos. que retenían agarrotados. Algunas madres no pudiendo sostener esta vista, se sacaban los ojos con los dedos. El saco de Roma Jacobo de Bonaparte, 6 de Mayo de 1527 |