Esta recopilación de 72 poemas no ha llegado a conquistarme y no me ha gustado todo lo que esperaba a pesar de ser un libro muy ligero y que se lee muy rápido.
En primer lugar os voy a hablar de la portada ya que es lo primero que nos llama la atención. Bajo mi punto de vista sigue la línea de los libros de poesía actuales: minimalista. Podemos ver un fondo blanco con un toque de color en forma de flores rojas y hojas, lo que acaba siendo bastante interesante y llamativo a la vez que simple y hace que el libro nos llame bastante la atención y nos fijemos en el. La verdad es que este estilo de portada a mi, personalmente, me encanta.
Sobre el contenido del libro decir que para mi deja mucho que desear, al menos si, como yo, leéis habitualmente poesía. Para mi gusto hay muchísimas páginas de relleno o que si no hubiesen estado no las habría echado de menos en absoluto, así como poemas bastante cortos que me recuerdan a frases que ya he escuchado o leído en muchas otras partes o libros (no necesariamente de poesía). Con esto no quiero ni pretendo desmerecer el trabajo de la autora ya que se nota que lo ha escrito desde el corazón y con pasión, basándose en aspectos y personas de su vida como por ejemplo en su hija o en su mascota; además, para personas que quieran iniciarse en el mundo de la poesía es bastante recomendable ya que es fácil de leer y entender y los poemas varían en cuanto a extensión
(unos muy cortos y otros más largos).
Uno de los aspectos positivos del libro es que con alguno de los poemas he llegado a recordar momentos importantes de mi vida que incluso creía olvidados. Uno de esos poemas y, para mi, el que más me ha removido sentimientos es el titulado como "Aroma", el cual me ha hecho recordar mis vacaciones de primavera en una cabaña en el pueblo de mi padre mientras leía con olor de romero de fondo y al calor de la lumbre mientras nos resguardábamos del frío. ¡Qué tiempos aquellos! Por último, algo que también me ha gustado es que algunos poemas reflejan la mentalidad feminista y el amor real, es decir, el amor no tóxico.
En conclusión, creo que este libro no me ha conquistado porque para que un libro de poesía te encante y absorba tienes que sentirla y, lamentablemente, no he llegado a conectar con la mayoría de palabras que la autora plasma en este libro. Aunque repito, la poesía es, a mi modo de ver, bastante subjetiva y puede o no gustar depende de la persona que la lea y de sus experiencias; por lo tanto, os animo a darle una oportunidad y descubrir si este libro os enloquece y os enamora como a mi muchos otros.
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