Conflicto de L. J. Smith
Vickie se estaba desabrochando la rebeca. Pero lo raro era el modo en que lo hacía, con deliberados movimientos veloces de los dedos, sin dejar de mirar en ningún momento a su alrededor con aquella sonrisa reservada. Cuando el último botón quedó desabrochado, se quitó el suéter con delicadeza entre índice y pulgar y lo deslizó hacia abajo, primero por un brazo y luego por el otro. Dejó caer la prenda al suelo.
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