El huésped de Kendymadness
–los quiero demasiado a los tres Se frto el vientre con ls manos y mi pecho se infló de amor. Acaricie su barriga, y pase saliva. Moría por tener a nuestra hija en brazos. –Nosotros también ¿verdad papi?. El dedo regordete de Alex tocó mi mandíbula, que pero yo seguía mirando a Alexa. La mujer de mi vida. –Mas que nada en el mundo. |