Oculta filosofía de Juan Eusebio Nieremberg
La razón porque el alma guste de la música concertada es por el orden y medida que tiene; porque con todo lo ordenado se huelga el ánimo, por lo que se avecina a la razón. Y como se huelga con la hermosura, por la proporción de partes que en ella hay, así también se deleita con la música por su proporción y orden
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