Mansión de la muerte de John Dickson Carr
Hay algo tan común, tan cotidiano, que se espera tanto, que en sí mismo no causaría sospechas a nadie, ni siquiera curiosidad. Y sin embargo, por inocente que el hecho pueda ser, las circunstancias que lo rodean zumban como el aviso de una serpiente de cascabel ante cualquier paso descuidado. Debemos estar sobre aviso y tener cuidado.
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