Cuernos de Joe Hill
Yo veo a Dios como a un escritor de novelas populares, alguien que construye historias con argumentos sádicos y sin talento, narraciones cuyo único fin es expresar su terror hacia el poder de la mujer de elegir a quién amar y cómo amar, de redefinir el amor como mejor considere y no como Dios cree que debería ser. El autor es indigno de los personajes que crea. El demonio es, antes que nada, un crítico literario cuya misión es exponer a este escriba sin talento al merecido escarnio de sus lectores.
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