La flor y la muerte de Iria G. Parente
Lo que te duele a ti y lo que me pueda doler a mí quizá no tiene nada que ver, y quizá ni siquiera sentimos de la misma manera, pero es real para nosotras, ¿no? Además, si algo estoy aprendiendo, es que intentar fingir que lo que sentimos no está ahí no sirve para nada más que para amontonarse y convertirse en… una bola bastante fea, la verdad. No lo recomiendo.
|