Seremos el huracán de Iria G. Parente
Aprieto un poco más esa mano a la que me estoy acostumbrando y, aunque dudo, aunque me pregunto si esto es acercarme demasiado, apoyo mi cabeza contra su hombro. Él no protesta: solo aprieta mi mano y me pregunta qué tipo de serie me apetece. Es fácil y cómodo.
|