Anne sin filtros de Iria G. Parente
Creo que es el momento en el que soy consciente de verdad de que quiero mucho más de eso, y que ni siquiera necesito la seguridad de un «para siempre» o de una historia perfecta. Solo quiero más días de despertar sin ropa y tener todavía la sensación de su boca en mi cuerpo y su voz suplicando mi nombre resonando en mi cabeza, más de esos ojos que me miran como ella lo hace, más de su risa y sus abrazos y su manera de cuidarme.
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