La danza de los tulipanes de Ibón Martín Álvarez
El viento del noroeste arrastra hasta la costa las partículas de agua y sal, para pintar su rostro y sus manos con una pátina que es al mismo tiempo pegajosa y refrescante. El mar lo es todo. En él se zambullen los recuerdos, las decepciones y las esperanzas.
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