El rey malvado de Holly Black
No importa cuánto me despreciara cuando íbamos a la escuela, solo era un pálido reflejo del odio que siente hacia mí ahora. Sus labios forman una sonrisa. Sus ojos despiden un brillo malicioso. —Contempla a tus súbditos. Es una lástima que ninguno sepa quién los gobierna en realidad. Me ruborizo un poco al oír eso. Cardan tiene el don de tomar un cumplido y convertirlo en un insulto; así duele todavía más, por la tentación de tomárselo al pie de la letra. |