Lejos de encontrarnos ante un texto carente de personalidad, en Los felices días del verano Fulco di verdura nos introduce desde una perspectiva muy privilegiada - en ambos sentidos de la palabra - y desde la madurez adulta en el retrato de su infancia, y lo más importante, de lo que para él significó ser niño en ese contexto histórico. Fuente inagotable de novelas, ensayos, poesías y obras teatrales, la niñez jamás dejará de regalarnos impresionantes textos, algunos de ellos hoy clásicos de la literatura universal. Así como proporcionar al lector infinidad de aproximaciones desde perspectivas y géneros totalmente opuestos entre sí. En el caso del libro de Verdura, éste nos plantea una estructura clásica dentro del terreno testimonial con, evidentemente, recursos novelescos que contribuyen a hacer de su lectura más atractiva. Enlace: https://jimenadelaalmena.blo.. |