Jack el destripador de Cullen
La pobre mujer yacía boca arriba, enteramente desnuda. Le habían segado la garganta de oreja a oreja, y luego hacia la espina dorsal. Le habían cortado las orejas y la nariz, y el rostro estaba tan acuchillado que era irreconocible. Le habían abierto el abdomen y el estómago, extrayendo el hígado y colocándolo sobre el muslo derecho. La porción inferior del cuerpo, incluyendo el útero, también había sido cortado.
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