El color del coraje de Carol S. Brown
—Eres una mujer muy atractiva, Gwen. —Se sonrojó hasta la raíz del pelo al escucharle—. Con tus ojos preciosos, tus numerosas pecas y tu cabello del color del fuego. Y no tengo que comprobarlo para saber que tienes un cuerpo precioso. Ya se ve a simple vista.
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