Cuentos de Antón Chéjov de Anton Chéjov
Por miedo a la muerte muchos buscan un sustitutivo de la inmortalidad y se consuelan pensando que su cuerpo se perpetuará en una planta, en una roca, y hasta en una rana: ¡triste consuelo, que equivale a decirle a la caja de un violon roto que le espera un porvenir envidiable!
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