Los dos viajes de Evita

El libro me ha gustado, pero más el primer viaje que el segundo.
Me ha gustado que ella tuviera las ideas muy claras a la hora de organizar el viaje, aunque me ha llamado la atención el que movieran Roma con Santiago para poder complacerla (caso del avión de Iberia reacondicionado en exclusiva para ella o el que evitaran fusilar a la madrileña).
La forma en la que la mujer del doctor se niega a darle su broche, es elegante a la par que lógico. Lo que no llego a comprender, es el por qué Eva quería ese broche, sabiendo que era valioso y ya pertenecía a esa mujer (aunque es posible que fuera un mero capricho y quería demostrar a todos que podía tener lo que quisiera con tan solo pedirlo, cosa que no fue cierta, al menos en este caso).
Me ha resultado curioso que le gustara ser madrina, pero solo de barones no de niñas, y el cómo el cura y los padres le tuvieron que mentir para que no notara que iba a ser la madrina de una niña.
Me ha encantado el cómo puso de vuelta y media a las aristócratas en su última noche en Madrid, a fin de cuenta, dar únicamente dinero no soluciona el problema de la pobreza, sino que hay que ayudar de forma más directa o como mínimo querer pelear contra ella, y de esto Evita Perón es un buen ejemplo.
De su estancia en Barcelona, he de decir que saca el lado más rebelde de Evita, faltando a reuniones, llegando aún más tarde… y lo que menos me gustó fue el cómo trató a su pobre dama de compañía cuando ella no tenía la culpa.
En cuanto a la segunda parte, empieza con la muerte de a argentina por culpa del mismo cáncer que a la otra mujer de Perón y la decisión de ambos de embalsamarla para que pueda ser “inmortal”.
Los primeros capítulos son algo más tristes, pero hay un momento en el que con la guerra civil se cambia el chip y se conoce el lado más oscuro de Perón (algo que no me esperaba lo más mínimo).
A partir de aquí es todo tipo de ocurrencias de los enemigos de Perón a solas con el cuerpo de Eva, enemigos con escrúpulos.