El crujido en la escalera

En las rocas junto al faro de la ciudad islandesa de Akranes, una pareja encuentra el cadáver de una mujer. Cuando acude la policía, parece evidente que ha sido asesinada y que el o los asesinos han pretendido deshacerse del cuerpo tirándolo al mar. No tardan tampoco demasiado en averiguar que la asesinada nació y vivió durante su infancia en la zona pero que no había vuelto allí en años. Su marido no puede explicarse por qué acudió a una ciudad que odia.

Dentro del equipo policial destaca Elma, una policía nacida en Akranes pero que ha desarrollado su labor profesional en la capital, Reikiavik. Por cuestiones personales ha decidido volver a su localidad de origen y este será al primer caso que se enfrente.

Esta novela es de aquellas en las que los crímenes del presente hunden sus raíces en el pasado. Me gusta mucho cómo los policías deben retrotraerse muchos años, a veces incluso varias generaciones, para entender quién ha podido tener motivos para asesinar a alguien en la actualidad. En la mayoría de los casos no sólo consiguen resolver el crimen del presente sino también crímenes del pasado en un 2 en 1 de lo más interesante. Esta novela, como os digo, es de esas. Como todo buen policía literario sabe, para conocer el nombre del asesino hay que investigar a la víctima y así llegar a saber quién podría tener motivos para matarla. Y esto es lo que hacen Elma y sus compañeros. ¿Quién era la mujer asesinada? ¿Cómo fue su infancia en Akranes?¿ Por qué se fue de allí y nunca quiso volver, ni siquiera hablar de su localidad natal?

Me costó un poco cogerle el truco a la novela por los nombres de los personajes. Estoy acostumbrada a leer novela negra nórdica pero suele ser más sueca, como mucho noruega y a esos nombres ya estoy acostumbrada, no me cuestan. Novela islandesa he leído menos y siempre que leo alguna tengo esa primera dificultad con los nombres. Menos mal que al principio de la novela se contiene un elenco de nombres propios e incluso una idea de su pronunciación. Y también menos mal que la protagonista se llama Elma jajaja. Obviamente, esta dificultad se da en los capítulos iniciales en los que cuesta quedarse con los nombres e incluso saber si estamos hablando de un hombre o de una mujer. Pero luego ya le vas cogiendo el aire y a partir de ahí la historia empieza a fluir sin dificultades.

Me ha gustado la trama. Creo que está bien llevada la mezcla del presente y del pasado (los capítulos dedicados a este están en cursiva pero, de todos modos, se distinguen sin problema) y que la tensión narrativa se mantiene constante. La autora da pistas para que el lector se pueda hacer una idea de por dónde van los tiros. Aún así, hay sorpresas y algún giro más o menos inesperado. Lo que sí está claro es que la novela me ha mantenido atenta y entretenida durante toda su extensión y que me ha dejado buen sabor de boca.



Conclusión final



“El crujido en la escalera” es una novela ágil de leer, entretenida, bien llevada y bien resuelta. Un crimen del presente que hunde sus raíces en el pasado y que nos va a llevar a conocer secretos largamente ocultos en una comunidad más bien cerrada. Me ha gustado y la recomiendo.
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