La mirada de los peces

Se podría decir que en este libro Sergio del Molino rinde un homenaje a un particular y carismático profesor de filosofía, del que fue alumno en su etapa estudiantil en Zaragoza.

Y sí, ciertamente existe esa referencia importante a la figura de Antonio Aramayona (firme y consecuente defensor de la escuela pública, la enseñanza laica y la eutanasia, además de su faceta de docente y escritor) pero más allá de ese retrato personalizado, existe una visión de esa etapa adolescente en donde se reflejan las particularidades del barrio donde vives, tus influencias musicales, las anécdotas con los amigos o ese amor incomprendido con la compañera de estudios con la que compartes cierta afinidad exenta de la necesaria sintonía para llegar a cristalizar en una relación que traspase los límites de la amistad.

Y todas estás referencias personales desde un punto de vista crítico y distanciándose de las valoraciones subjetivas hacia un hombre que trasciende del terreno personal para alcanzar el grado de personaje por su particular manera de entender la enseñanza y su planteamiento implicado y combativo dentro de la sociedad.

Sergio valora y analiza al personaje, pero también ve las carencias o los puntos débiles que como sujeto humano todos poseemos.

Con una prosa cercana y efectiva, el autor sabe conjugar diferentes hechos y anécdotas de su cercana relación con Aramayona pero también de sus propias vivencias dando lugar a un libro en el que da su visión de los hechos además de poner de manifiesto el sentimiento de vacío y profundo dolor ante una pérdida irremediable (aunque no ahonda demasiado en esta obra, Sergio también menciona el fallecimiento por enfermedad de su hijo).