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Los humanos conviven con criaturas terroríficas: demonios, zombies, fantasmas, personas invisibles, vampiros, hombres lobos y brujas, entre otros. Todos ellos tienen que trabajar por contrato eterno en Zombillenium, un parque de atracciones familiar donde reina el terror. Y la ruptura del contrato significa la muerte definitiva. Todo estaba normal hasta que por accidente los trabajadores encuentran a un ser no muerto con grandes poderes. Nadie sabe qué es ni qué ha pasado, pero es muy peligroso. Esta historia es bastante novedosa en cuanto al trato que le dan a los seres monstruosos. Tenemos un grupo muy variado de monstruos, todos ellos ya conocidos. El origen de la conversión a monstruo es por un pacto que el humano hizo en vida con algún demonio, aunque no se diera cuenta. Esto hace que, tras morir, quede atrapado para la eternidad en el parque de atracciones con un contrato muy conciso y riguroso. Lo bueno es que los humanos que van allí creen que todo es maquillaje y teatro. Desconocen por completo la realidad. Los protagonistas son muy diversos. Aton es un personaje bastante ¿cómico? Es una momia joven que no asusta, todos se ríen de él, por lo que le han cambiado muchas veces de puesto. Él quiere huir a Egipto para trabajar como momia. Francis von Bloodt es un vampiro y director. Luego está Sirius Jefferson, director del personal, un esqueleto, y Gretchen, la bruja, que me ha gustado bastante. El nuevo es Aurélien Zahner y trae con él muchos misterios y secretos. La trama me ha gustado mucho, además combina muy bien con el toque comedia y humor que tiene. Además tiene bastante acción, y hasta un complot y conspiración dentro de un sector de los trabajadores. El ritmo es alucinante, de Pins consigue enganchar al lector desde el comienzo con una buena historia y un ritmo constante. Además, el dibujo es precioso, especialmente destaca la puesta en escena, con viñetas grandes y cargada de detalles alucinantes. |
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