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Leí este libro traducido al español por parte de la Universidad Veracruzana y debo admitir que la experiencia fue catártica. Si bien este libro se puede considerar poesía, también es una breve descripción biográfica del autor, donde narra como llegó el pequeño gato a su vida y como vive el duelo de su muerte. Realmente es un libro que toca el alma, y para aquellos que tengamos un gato, o valoremos mínimamente el amor de una mascota, sabremos que el yo lírico tiene razón cuando dice "No sabe que los gatos salvan al mundo". Las reflexiones del que aparecen, pueden parecer a simple vista algo banal, e incluso jocoso, pero insisto, aquellos que hemos amado a los gatos, podemos ver el atisbo de realidad que tiene el nombrar "personas-gato" a ciertos entes que se presentan en nuestras vidas y nos enseñan no sólo a querer, sino también a querernos y ser desinteresadamente simples sin dejar de ser una complejo masa de vida que pulula en la sociedad. Amé este libro y realmente espero que cualquiera le de la oportunidad, pues no sólo nos abriremos al dolor, sino también a la empatía y el amor. |
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