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La entusiasta de esta novela no tiene nombre propio. Posiblemente porque sea un relato autobiográfico, seguramente porque sea la historia de tantas. Cuando se destruye de un golpe brutal la brújula a los dieciocho años, que no son más que una segunda infancia con muchas consecuencias, una solo puede dar tumbos y buscar. Buscar el sentido, la relevancia, el espacio propio. Esto es lo que le sucede a nuestra entusiasta de un día para otro, desde su ínfima aldea gallega hasta la jungla madrileña. Tras un largo sueño se despierta hambrienta y perdida y buscará desesperadamente hasta caer en una oscura espiral. Así, seguimos sus peripecias de grupie al borde de un ataque de nervios, de drogas, sexo vacío y pérdida. También, por suerte, de amigas. El libro tiene un arranque brutal y un cierre muy interesante. La parte central en mi opinión es algo mas variable, pasajes y reflexiones intensisimas que funcionan de maravilla pero también, como punto negativo, algo de repetición y detalles demasiado superfluos de diario de niña. El retrato que se hace de madrid, de la escena indie y de varios personajes secundarios es muy memorable. En cualquier caso, es un libro bastante oscuro aunque no por ello poco disfrutable. |
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