Músicos de Sevilla. El Chiringuito de Bandones

“Músicos de Sevilla” es uno de esos libros que me ha gustado. La historia es entretenida. Dos amigos de toda la vida que charlan sobre cómo evoluciona la vida y sobre la Semana Santa de Sevilla. Tela, porque todos sabemos que cualquier bar que se precie siempre tiene a sus dos colegas allí de cerveza en cerveza y con una buena tertulia sobre cofradías, imágenes, bandas… Y ahí como todo en esta vida también aparece el hijo de uno de ellos. Ese hijo modernito que no quería seguir los pasos del padre y al que no le iban ni la Semana Santa, ni las bandas. Ese muchacho que se enamora y claro está, para la conquista hay que darlo todo y ahí que se le enciende la bombilla y decide entrar en una banda cofrade. Será ese momento en el que comience su aventura por las distintas bandas, sus peculiaridades, sus locales de ensayo… Y es que seamos sinceros, que cada banda es un mundo y que El Chiringuito de Bandones le rinde homenaje con esta historia de la manera más viva, alegre y con gracia posible. Aquellos que tenemos un músico al lado sabemos lo que supone el año: no tengo tiempo de nada, pero me voy corriendo para el ensayo que no llego, llegar tarde a casa, las horas que se pasan entre amigos y compañeros, el trabajazo de pulir cada marcha hasta que quede impecable… y todo eso para el disfrute del pueblo que se echa a la calle en la semana grande de Sevilla.
Lo que más destaco y una de las cosas que más me ha llamado la atención ha sido el lenguaje. Cualquier persona que esté en contacto de manera continua con la ciudad de Sevilla se reconocerá en las palabras y expresiones de los protagonistas de la historia. Eso le da un toque fresco y cercano que, la verdad sea dicha, se disfruta mucho.
Y otra cosita, puntazo a favor que los derechos de autor estén cedido a un Centro de Estimulación Precoz, que los que hemos tenido la oportunidad de pasar y trabajar por uno y ver como los peques avanzan en ellos, o somos maestros como ocurre en mi caso, estas cosas nos llegan al alma.
Y que sí, que yo sé que no lo quieres reseñado en ningún sitio, pero que esto es digno de leer. Sobre todo, para esos que disfrutamos de esa semana, que la vivimos, que nos duelen los pies de pasarnos horas y horas de aquí para allá, que nos tiramos el año entero escuchando a nuestro pariente tocando marchas y las tenemos ya como la banda sonora de nuestra vida. Recomendadísimo para echarse unas risas.