Una mezcla de ficción y realidad en donde encontrarás múltiples enigmas y dónde el autor supo jugar con varios monumentos y lugares de New York. Tres historias que se entrelazan; la de un detective de homicidios, dos adolescentes y un fanático de la edad media, y que no se cómo, acaban confluyendo en un final que no me acaba de convencer con demasiados cabos sueltos. Lectura entretenida y es bastante original pero he de reconocer que no me ha dejado huella. |