Aprovechando una estancia en Madrid fui a una de mis librerías favoritas y allí encontré este libro que parecía estar esperándome. Justo en la víspera de Navidad comencé la lectura de la antología. Lo primero que destaca en ella su presentación física, que es impecable. Por otro lado los cuentos resultan cuanto menos interesantes y muy ilustradores de la sociedad victoriana y sus intereses. Como en toda antología, algunos destacan sobre otros en cuanto a calidad. También llama la atención del uso del humor negro o de la sorpresa final en otros. En cualquier caso, es un buen libro que gustará a los amantes de los relatos que inquietan sin causar terror. |