Siete son los cuentos que componen esta colección de relatos de Stefan Zweig: Primavera en el prater En la nieve Escarlatina La institutriz Novelita de verano Noche fantástica El pago de la deuda atrasada. El que da título a la obra es el más extenso de los siete; marca de la casa, Zweig juega con los tiempos anticipando un suceso, que desgrana con lentitud, pero acompañando en el proceso una brillante prosa donde como lector sólo me puedo rendir a sus pies aunque le huelan a cabrales gran reserva. Párrafo a párrafo no me ha quedado más remedio que repetirme, ¡dios, que bueno es! Y eso que se regodea, y como político ante una pregunta compleja, contar, no cuenta nada, pero ahí te deja, absorto, perplejo y embobado por el buen uso de la palabra. Hasta que deja de ser cruel, y acaba narrando lo que el lector espera, si, otra de sus historias donde retuerce la psique humana. Del resto, la soledad en todas sus facetas, acompañará a los personajes, desde un duro paseo por el infierno helado de "En la nieve" a la coquetería primaveral de Prater. Aunque no estén entre sus ítems, los títulos más reconocidos del austríaco, podemos decir que la calidad del conjunto es bastante notable, dando como obvia su aplastante destreza literaria. A mi Zweig me gusta hasta cuando habla de la mística del botijo, o de la metafísica de la morcilla de arroz. Nada más, tengo que resolver una beatificación, hablar con mi ángel de la guarda, y encontrar a un cartagines, entre otras cosas. ¡No me esperéis despiertos! |