El tablero de la reina

Esta lectura ha sido toda una sorpresa. Y es que la habilidad que tiene este autor para transportarnos en el tiempo no deja de asombrarme.


Estamos ante un thriller histórico que te mantiene intrigado hasta el final. Misterio, traición, aventuras, viajes por lo ancho y largo del territorio español, intrigas palaciegas, luchas por el poder, escarceos amorosos y partidas de ajedrez. Un batiburrillo que funciona a las mil maravillas y que resulta en una montaña rusa de emociones que te acompaña página tras página. Un viaje al pasado del que no vas a querer regresar.


Nos metemos de lleno en un período convulso de la historia de España, justo antes del ascenso al poder de los reyes católicos. A pesar de que nos rodearán los tejemanejes de la corte y los movimientos en la batalla de uno y otro bando por hacerse con el liderazgo, tendremos la ocasión de vivirlo desde una perspectiva más terrenal, viendo cómo este juego de poder afecta a los estratos sociales más pobres, y no sólo su impacto en los nobles y la realeza.


Una trama que avanza a un ritmo pausado, pero con mucha fluidez, permitiendo desarrollar con gran profundidad no solo la historia en sí, sino también la construcción de los personajes y, por supuesto, la ambientación, que demuestra un trabajo de investigación histórica sublime.


Vaya por delante que no sé jugar al ajedrez. Pero el amor que transmite el libro por este deporte me ha cautivado. Es increíble la manera en que se usan las figuras como hilo conductor de la trama, siendo sus movimientos un símil del desarrollo de la historia.


Como en el resto de las obras del autor, nos encontramos con personajes únicos, de esos que te cautivan y te enamoran. Personajes a los que la vida no les ha puesto las cosas fáciles, pero que siguen luchando y siguen avanzando. Y nosotros tenemos la ocasión de acompañarlos en todo ese proceso y ser testigos de su evolución.


Una obra más que recomendada para todos los amantes de la novela histórica.