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Este libro es un conjunto de cuentos escritos en distintos años por el autor chino y posteriormente nacionalizado francés ganador del Premio Nobel de Literatura. Primera vez que leo al autor y mi impresión es que sumerge al lector en historias intimistas, en que parece que se está invadiendo los recuerdos más íntimos de una persona Hay momentos en que pareciera que estamos frente a flash a imágenes e instantáneas que captan un momento preciso. Igual hay momentos en que las historias se hacen confusas y no sabemos o cuesta saber si estamos frente a recuerdos o sueños guardados en la memoria. Parece que el autor quiere sumergir al lector al lector en un mundo de recuerdos e imágenes oníricas. Los relatos en si son sobre hechos sencillos y cotidianos, que fluyen lentamente, se puede decir que tienen un ritmo pausado, pero sin dilaciones. Hay una especie de calma que lleva al lector a ser parte de los recuerdos más íntimos del narrador, casi como si invadiera su privacidad. Uno de los cuentos da título al libro, en este el narrador un hombre adulto que ya ha formado su propia familia que hace memoria de su infancia vivida junto a sus abuelos, en esos recuerdos se percibe la nostalgia de la infancia perdida que ya no volverá no solo porque han pasado los años, si no porque el lugar físico en que se desarrollo ya no es el mismo, presentando una potente analogía. Hay otro cuento que refleja de manera precisa las reacciones de la gente frente a un accidente de tráfico. Es un relato en que se se puede distinguir como reacciona la gente frente a estos hechos. Un libro corto, pero que no se lee rápido, porque hay que ir con calma captando las sutilezas y el devenir por el cual el autor pretende llevar al lector. Mentiría si diría que va a quedar como uno de mis lecturas favoritos de los que va del año, pero si va a quedar dentro de las buenas |
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