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“Los cimientos mismos de la sanidad global podían verse socavados. Indonesia defendía su postura argumentando que otros países se lucrarían con el virus desarrollando vacunas que ellos no podrían costear.” ~ El día del fin del mundo de Lawrence Wright. Lo primero que he de decir de este libro es que fue escrito antes de la irrupción del coronavirus en nuestras vidas así que no sé qué podría haber sido leerlo sin saber nada de tantas cosas que menciona ahí. Teniendo en cuenta esta premisa os cuento un poco la trama. Henry es un epidemiologo que viaja a Indonesia para averiguar sobre un virus que las autoridades mantienen oculto. Allí descubre que este es más peligroso de lo que se cree y emprende la búsqueda de una persona que ha viajado a La Meca y que es sospechosa de estar infectada. A partir de este momento el virus se extiende por todo el mundo de forma imparable diezmando a la población. Mientras, Henry trata de volver a su casa en un mundo en cuarentena. En todo este embrollo ya sabéis: carrera contrarreloj para encontrar vacuna y mientras, lávense las manos, mantengan la distancia y pónganse mascarilla. Y ahora la gran pregunta: ¿por qué leer un libro sobre un virus mortal si estoy del virus hasta el papo? Toda la razón del mundo. Pero os diré que aparte de toda la retahíla de virus, el libro tiene un trasfondo y cierto toque filosófico —religioso, vital, ético, naturalista— que me ha gustado. Pero es que además el panorama de este libro es más apocalíptico que el que vivimos en la actualidad con lo cual te quedas con un mensaje de “uy, esto podría ser mucho peor” que ayuda y otro de “caramba!, pero si esto no sería tan difícil si nos pudiésemos todos un poco más las pilas”. En fin, que ver las cosas desde fuera da otra perspectiva del asunto. Un libro muy entretenido. Eso sí, si es para aislarse de un mundo pandémico, no sé si es buena opción sumergirse en otro mundo pandémico aunque sea “ficticio”. Ahí os lo dejo a vuestra libre elección. |
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