 |
Parece ser que Virginia Woolf escribió estos dos relatos con diez años aproximadamente (se publicaron en agosto de 1892 en una revista infantil) lo cual hace muy atractiva la lectura de esta obra. Sorprende, en este sentido, la referencia a algunas temáticas implícitas en la historia, como la incomunicación en una pareja o las alusiones a la clase, propias de alguien con un cierto nivel de madurez. Aunque el estilo no se asemeja al de la Virginia Woolf adulta, sí está presente el sentido del humor del que hará gala en algunas de sus obras posteriores, y diría que hasta un tono crítico de la realidad que la envuelve, lo que diría mucho del desarrollo de su aguda capacidad de observación. La narración corre a cargo del personaje masculino, que comparte con el lector parte de sus reflexiones, haciéndolo complice. Las tropelías que comete resaltan los roles que ambos miembros de la pareja adoptan en su relación, y este es un aspecto interesante y destacable de la historia…para una niña de corta edad. En suma, una lectura curiosa y divertida que nos conecta con la niña que fue esa sorprendente y admirada escritora, y que está deliciosamente ilustrada por Maite Gurrutxaga. Enlace: https://instagram.com/lesbou.. |
>
