Virginia Woolf redactó la primera versión de “¿Cómo debería leerse un libro?” para una conferencia que dió el 30 de enero de 1926 a las alumnas de un colegio privado de Hayes Court, Kent. En octubre del mismo año publicó una versión revisada en The Yale Review, en 1931 lo reviso y abrevio con el título, “El amor a la lectura”, y por último lo publicó en 1932 en su segunda colección de ensayos titulada “El lector común” que es la traducción que presenta esta publicación de Olañeta editorial. En este ensayo, Virginia Woolf no pretende contestar a la pregunta de cómo debería leerse un libro, sino hacer una reflexión acerca de los propios libros, el objetivo de nuestras lecturas o la ausencia de él, y de qué forma debe tenerse en cuenta la opinión del crítico frente a nuestro propio gusto e instinto. Nos invita directamente, nos insta a explorar nuestros estantes, nuestras pequeña o grandes bibliotecas. Un texto lleno de la inteligencia, en el que Virginia otorga su lugar a todo tipo de lectores y lecturas. Como siempre, inspiradora. |