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Llego hasta la obra de Daniel Woodrell gracias a la editorial Sajalin en una colección de “novelas pobladas de criminales, adictos y perdedores, salpicadas de sangre y que transpiran sudor y humo de cigarrillo”. Así describen en su web la colección al margen. Bajo la dura luz es la primera parte de la trilogía protagonizada por el detective René Shade, ambientada en las zonas pantanosas del estado de Louisiana. Respira esa atmósfera americana de las grandes novelas del género negro con una trama sumamente rápida, sin tregua, en la que las descripciones, los personajes y los diálogos te sumergen en un ambiente en el que el autor se maneja con soltura creando un estilo propio, de caracter sureño, que marcará sus siguientes obras. Un noir pantanoso divertido y de lectura rápida cuyo punto fuerte no es tanto su trama, no exenta de interés, sino el estilo narrativo florido y mordaz, en las descripciones y en los personajes tan dispares que transitan en ella: políticos de dudosa moral, bandas callejeras, aspirantes a matones, y en el centro de todo el investigador policial René Shade y su empeño en cumplir y hacer cumplir las leyes. Una trama sólida y barroca construida con unos personajes humanamente imperfectos que luchan por encontrar su sitio en la sociedad mientras sueñan con un futuro a todas luces incierto. Crea hábilmente un equilibrio para que sus personajes sean a la vez tipos duros a los que no les falta esa pizca de sarcasmo y acidez en sus acciones o conversaciones. Este libro forma parte de la trilogía de los pantanos y se editó por primera vez en 1986, llega ahora al público español de la mano de la editorial Sajalin junto con otros títulos muy interesantes. El título original es Under the bright lights y podía haberse traducido como "Bajo las luces brillantes", título que viene de la acertadisima cita que abre la novela, atribuida al boxeador Joe Frazier y que refleja casi mejor que la propia sinopsis lo que encierra esta novela en sus poco más de 200 páginas: "Puedes trazar un plan de ataque o un plan de vida, pero cuando empieza la acción, es posible que las cosas no vayan como habías planeado, y entonces solo te quedan tus reflejos... o sea tu preparación. Ahí es donde se nota el entrenamiento. Si has hecho trampa en la penumbra del amanecer, ahora te van a pillar bajo la dura luz de los focos. Enlace: https://www.sirmactres.com/2.. |
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