El verano de mi madre

Tobías es un niño de once años. El verano de 1969 lo vive entusiasmado con el acontecimiento más importante del momento: el primer alunizaje tripulado.

Pero ese mismo verano vendrá marcado por otras vivencias para Tobías. Una familia se mudará a la casa cercana a la suya. Los nuevos vecinos tienen una hija de doce años, Rosa, quien entablará amistad con Tobías. A todo esto se suma que los padres del niño pasarán por una racha llena de roces y desavenencias.
Ulrich Woelk ha ambientado esta novela en su Colonia, su ciudad natal. Es doctor en astrofísica, cursando sus estudios en la Universidad Técnica de Berlín. Desde 1995 compagina su trabajo con la escritura, habiendo recibido el 2019 el premio Alfred Döblin. Con "El verano de mi madre" estuvo nominado al Premio del Libro Alemán y próximamente será adaptada al cine.

"El verano de mi madre" es de esas novelas que en un principio podría hacernos pensar en la simpleza de su historia, sabiendo que está narrado por un niño de once años. Nada más alejado de la realidad. Es una historia cargada de sentimientos y nuevas vivencias, vistas desde la infantil mirada llena de inocencia de un chico.

Tobías, de once años, vive pendiente del acontecimiento del año. Ese verano del 69, el hombre pisará por primera vez la luna y Tobías es un niño inocente, inquieto y curioso al que le llama poderosamente la atención.

En "El verano de mi madre", el autor ha querido dar el protagonismo absoluto a la inocencia infantil, colocando a los personajes justo en un momento crucial en la vida de un niño. Cuando Tobías conoce a Rosa, la nueva vecina, su vida, costumbres e ilusiones se vuelven del revés, poniendo patas arriba ese verano.

Los personajes están muy bien construidos. La familia de Tobías es muy conservadora, o al menos lo es el padre. Tengamos en cuenta que la novela transcurre durante el año 1969 y ser machista no sólo no estaba mal visto, sino que era una forma de vida en la mayoría de las familias, donde el padre trabaja fuera de casa y la madre se ocupa de mantener limpio y en orden el hogar además de cuidar a los hijos. Y las subidas de tono del padre de Tobías hacia su madre eran algo frecuentes y normales para la cultura en la que vivían. Que la madre de Tobías tuviera otras aspiraciones, solo podían derivar en conflictos, discusiones y situaciones tensas entre ellos.

La otra familia protagonista es la de Rosa, los nuevos vecinos de Tobías. Ellos son más liberales y su forma de pensar presagia la llegada de nuevos problemas en la familia de Tobías.

Ulrich Woelk recrea la época de los sesenta maravillosamente, tanto la forma de pensar, el principio de la liberación patriarcal de la mujer, donde empezaba a despuntar con pequeños detalles, pequeñas revelaciones, cada una, una pequeña victoria. Pequeñas cosas como la forma de vestir, en la que era impensable que el ama de casa usara unos simples pantalones vaqueros sin ser criticada o mirada mal por el propio marido. Era una época de pequeños cambios y la madre de Tobías la vivió ilusionada por poder subirse al carro de esa nueva ideología.

He de decir que Tobías me ha enamorado. Es un amor de niño. Un crío de la época, en la que estaban a salvo del consumismo y la adicción que gran parte de los niños de su edad viven en la actualidad. A Tobías le gusta jugar e imaginar aventuras y sabe que de mayor quiere ser astronauta, o tener algún trabajo relacionado con ello. Así que el verano del sesenta y nueve es especial para él, ya que el Apolo 11 llegaría a la luna y Tobías podría verlo por televisión, como otros seiscientos millones de personas. Lo que Tobías no podía prever es que esa ilusión se vería empañada por otros inesperados acontecimientos.

De "El verano de mi madre" destaco la inocencia de Tobías, el aprendizaje, ese primer amor que llega sin ni siquiera saber lo que es, el torbellino de emociones y nuevos sentimientos que pueda experimentar un crio a esa edad.

Por otro lado, también es de suma importancia lo que la madre de Tobías vive ese verano lleno de cambios, nuevas metas y perspectivas diferentes en la que mirarse, por algo la novela se llama "El verano de mi madre".

Otro punto muy importante en la historia es la manipulación, sobre todo de sentimientos, y lo es por partida doble, en los adultos y en los dos niños protagonistas.

Del final diré que es tierno, emotivo, muy real y con varias sorpresas. Yo cerré sus páginas con una gran sonrisa en los labios. Seguiré muy de cerca al autor y sus futuros trabajos.

En resumen, "El verano de mi madre" es una deliciosa novela en la que veremos la vida de los adultos desde la mirada limpia de un niño que descubre el amor primero. La recomiendo mucho.
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