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Me lo leí en menos de 24 horas, así que os podéis imaginar el enganche tan grande que tuve con él. Hasta en los descansos entre clase y clase aprovechaba para echarle un ojo, no me lo podía sacar de la cabeza. Y eso es lo que busco en un libro, que me haga sentir inquieta, con ansias de continuarlo, que al leerlo me haga perderme en su historia y me permita aislarme del mundo real. Y al terminarlo que se quede dando vueltas en mi cabeza, que exista un antes y un después al cerrar la última página. Y Monozuki lo consiguió. En el mundo de nuestra protagonista se venera a los kaijus, unas criaturas muy poderosas, quienes controlan el equilibrio y limitan la influencia de los seres humanos sobre la tierra. El líder de los kaijus es conocido como 'el pastor de kaijus', y solo permite que las videntes y sus aprendices se acerquen a él. Así es cómo empieza esta historia, con Monozuki preparándose para convertirse en vidente con la ayuda de la abuela Rin, la vidente del pueblo. Monozuki es una chica segura de sí misma, inteligente, fuerte y decidida, que aunque tenga miedo se enfrenta a lo que sea con tal de defender sus ideales. En el pueblo es conocida como 'la chica zorro' por sus rasgos afilados, su sonrisa astuta y, en especial, por sus ojos amarillos, aunque a ella no termina de gustarle ese apodo. Hay quienes no están de acuerdo con las leyes de los kaijus y reclaman el poder para los humanos, así es como los Maestros del Hierro llegan al pueblo de Monozuki, con la intención de matar a todos los espíritus y ser los únicos que decidan sobre la madre naturaleza y sus recursos. Gracias a esto, Monozuki conocerá a Zenko, un espíritu zorro que estará muy presente a lo largo de toda la historia, y que enseñará a Monozuki a usar sus dones del pueblo zorro. Tengo que decir que antes de leerlo he leído muchas comparaciones entre el Studio Ghibli y la obra de R.G Wittener, y que mi película favorita es El viaje de Chihiro, así que esas comparaciones me daban un poco de miedo (como cuando comparaban 'Renegados' con Marvel y fue un chasco enorme), y puedo deciros que sí, podría pasar perfectamente por una obra japonesa al nivel de Ghibli, incluso superarla. Tiene un estilo que en el libro lo definen como 'greenpunk', un movimiento que no conocía, y que se puede entender como: 'revisar la sociedad y recrearla a través de una consonancia con lo natural. Green alude sin duda al ecologismo, y punk podría entenderse como ir en contra del sistema, el hazlo tú mismo, revertir los elementos del sistema para traer un cambio revolucionario'. Creo que con esto os podéis hacer una idea muy clara de los ideales del libro. Me considero muy exigente con los libros que leo, me gusta que todo tenga sentido, que no haya clichés, que los protagonistas no necesiten de un romance para dar sentido a sus vidas, que te toque el corazón, que conectes con los personajes y que te dejes una parte de ti al terminarlo, que te haga cambiar aunque sea un poquito. Y este libro supera todas mis manías, se ha convertido en uno de mis favoritos, y nada tiene que ver con que trate de esos animales que tanto me gustan, me hubiera gustado igual si nada tuviera que ver con los zorros. Se me quedó corto, pero a pesar de eso te cuenta lo que necesitas, llegando al final estaba asustada pensando en cómo iba a solucionarse todo en menos de 10 páginas, y es de las pocas veces que veo que un autor lo consigue. Creo que es una de esas historias que cuánto más las relees más entiendes su trasfondo. Así que, me declaro fan absoluta de Monozuki, y espero ansiosa su segunda parte: 'Monozuki. La voz de los espíritus'. Enlace: https://foxinthebook.blogspo.. |
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