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Si me pongo a escribir sobre las virtudes y placer que generan las velas encendidas, el fuego de la chimenea, unos calcetines de lana o una bebida caliente... me arriesgo a que me queméis por bruja ya que hemos sufrido de 37 a 45 grados. No niego que sea una bruja, pero por favor, sed amables y congeladme que ya ardo por mi misma. El libro lo he disfrutado mucho, tal vez por leerlo en inglés. Cuenta muchas curiosidades sobre costumbres, celebraciones nórdicas, estilo de vida y sobre lenguaje (allí la palabra "aguafiestas" se traduce como el que apaga las velas). "Hygge" procede del Noruego y significa bienestar. Tienen una marcada relación con la luz cálida e íntima de las velas, la buena compañía, la sensación hogareña (incluso fuera de casa). Es algo entre físico y espiritual, por así decirlo. El libro explica muy bien lo que es la filosofía Hygge. Digo filosofía porque es algo más profundo de lo que se pueda pensar. Si no os queda claro, os leéis el libro que para eso lo escribieron. Y ahora os recuerdo lo que dijo Benjamin Franklin: “La felicidad consiste más en las pequeñas comodidades o placeres que ocurren todos los días, que en las grandes fortunas que suceden rara vez”. Es verdad y merece la pena recordarlo. |
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Crítica de Beababe30
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