El bosque animado

El Bosque animado es una fábula de Wenceslao Fernández Flórez que tiene el poder de a través de pequeñas historias que se entrecruzan, personificar naturaleza, animales y hasta llenar de vida una fraga para hacer que no sólo los humanos sean poseedores de la capacidad de comunicarse y sentir, sino que la fraga es la que hace que todos gocen de la libertad de ser escuchados mediante palabras escritas en forma poética que conforman metáforas puras y otorgan al libro una belleza narrativa inigualable.

El libro nos adentra en una fraga y en los que habitan en ella, siendo los protagonistas variados como topos, los habitantes del pazo de los D'abondo, moscas, búhos, árboles, y muchos otros. Todos tienen algo que contarte sobre la fraga en la que habitan, y en ella, hasta el día que se mueren, son capaces de vivir en un mundo fantástico rodeados de naturaleza.

Lo mejor de Wencesalo es que es un escritor en las sombras, de esos en los que nadie se para pero tiene mucho que ofrecer, y en este libro es capaz de tratar en igualdad de condiciones a la naturaleza, humanos y animales. Ofreciendo así un punto de vista de la vida en sí donde las especies no son lo importante sino el lugar que habitamos, porque todos pisamos la misma tierra. Una metáfora que confabula con la unión de personajes que se va haciendo más notoria a medida que pasan los distintos relatos.

Es un libro bonito, pero no de esos que lo son sólo por la historia, por la manera en la que está escrito, a través de estancias que dan paso a un utílogo que utiliza la naturaleza y las tradiciones culturales gallegas para llegar al lector y formar un mundo donde la enseñanza está en que todos somos iguales y acabamos en el mismo lugar: en la tierra.

Un libro imprescindible e infravalorado que espero que mucha gente desee conocer y no sólo por la película de José Luis Cuerda con Alfredo Landa. Lo mejor es el libro.
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