 |
Esta novela me encandiló por su preciosa portada y terminó de rematarme cuando vi quien la firmaba, una autora que ha cosechado muy buena crítica con sus anteriores libros, y porque en su argumento se incluía un crimen que conmocionó a toda una comarca. Hoy os traigo mis impresiones sobre "Un lugar escondido", una evocadora saga familiar de secretos que focaliza toda su acción en un entorno etéreo y rural de la campiña inglesa, durante el periodo de entreguerras, aunque este dato cronológico lo sabemos al incluirse en la sinopsis de la novela, porque la autora en ningún momento especifica la fecha exacta de los acontecimientos para que el lector pueda situarse, y no he comprendido el por qué hasta que no he finalizado su lectura. "Un lugar escondido" cuenta con un argumento estructurado en once capítulos más un prólogo. Un comienzo prometedor, ante el que es difícil resistirse porque en él se nos informa de un crimen, momento en que el lector necesita adentrarse en la lectura para descubrir la identidad de la víctima, la del asesino y los motivos que lo han llevado a cometer tan macabro hecho. de esta manera tan sutil te esperas que esas ansias por conocer detalles del asesinato se colmen lo más inmediatamente posible, pero no será así. El suspense se esfuma a la par que la frustración y la impaciencia crecen porque ves que el momento del crimen no acaba de llegar y ya llevas leída la mitad de la novela. ¿Y mientras qué sucede? Pues que la autora comienza a tejer, de una manera dilatada y un ritmo sosegado, un vívido retrato de la vida rural en un momento de grandes cambios. Una trama perfectamente urdida de secretos y traiciones que han permanecido ocultos, generación tras generación, de vidas arruinadas y ocasiones perdidas, y en la que se van a suceder profusas descripciones de los diferentes escenarios y personajes a los que desarrolla en profundidad, datos interesantes y necesarios para situar al lector, pero que aportarán poco al crimen que da origen a la narración. Inglaterra, 1922. Hasta el idílico y tranquilo pueblo de Slaughterford, en el condado de Wiltshire, llega la joven Irene quien, tras un breve noviazgo y para escapar de un escándalo en Londres que salpicó su honra, ha contraído matrimonio con Alistair Hadleigh, un respetado terrateniente de la industria del papel al que todo el mundo de la zona aprecia. Irene está en plena lucha por adaptarse a su nueva vida de recién casada en Manor Farm, la finca de su nueva familia, donde lleva poco más de seis semanas. Son su realidad presente y el único futuro que la aguarda, pero ella está enamorada de otro hombre y a pesar de ser una privilegiada porque su esposo es un buenazo que la ama y la venera por encima de todo, su infelicidad aumenta y el dolor se prolonga delicadamente al verse encerrada en una casa que le es ajena, rodeada de prados interminables, de árboles y agua, barro y animales. La desesperación que siente es como una marea que crece y amenaza con ahogarla. Sin saber cómo llenar el vacío de un matrimonio sin amor, Irene se dispone a renovar una de las habitaciones de la casa, pero durante las obras sale a la luz un inquietante objeto que ha estado escondido en la chimenea durante muchos años… Por otro lado vamos a conocer a Pudding Cartwright, la hija menor del médico del pueblo que con apenas quince años trabaja como moza de cuadra en las caballerizas de Manor Farm. Su familia quedó destrozada cuando de la noche a la mañana su hermano Donny, que tenía un futuro brillante y prometedor, regresa de la guerra totalmente cambiado. Sobre este recaerá la culpa por el asesinato de alguien muy querido en la pequeña comunidad, un crimen atroz que despertará al pueblo de su letargo, aumentando la tensión y desvelándose entre susurros los secretos mantenidos ocultos durante mucho tiempo. Pudding se niega a aceptar que la policía procese a Donny por asesinato premeditado, pero el tiempo corre en su contra y pedirá ayuda a Irene. ¿Qué secretos van a descubrir a lo largo de la búsqueda del verdadero asesino? Escrita con una prosa impecable, un estilo cuidado y meticulosas descripciones que en ocasiones llegan a lastrar el ritmo narrativo, más el añadido de un giro argumental insospechado que sucede en la recta final de la lectura que me sorprendió gratamente, y de la mano de un narrador omnisciente que asumirá la voz del relato, Katherine Webb logra pergeñar un vívido retrato de la vida rural en una época en que las familias continúan llorando la pérdida de sus seres queridos en la Gran Guerra, poniendo de relieve la amistad que surge entre dos mujeres de diferente clase social unidas por las circunstancias y un objetivo común. Además de la ambientación, destacable es también la construcción minuciosa de las líneas que contornan a sus personajes, tanto los principales como los secundarios, sin embargo no he logrado emocionarme con ninguno de ellos. Sintetizando: "Un lugar escondido" es un relato para disfrutar sin prisas por su ritmo sosegado. Un bucólico tapiz tejido con el devenir de una pequeña comunidad y la historia de tres mujeres diferentes entre sí, una narración bajo la que subyacen el amor, la pérdida, los secretos, la amistad, la traición y el dolor. Esa minuciosidad descriptiva del entorno y sus personajes antes mencionada, o que el misterio y la intriga comenzaron a disiparse por un crimen que no llegaba, quizás haya sido lo que me ha impedido disfrutarlo en su justa medida, pero recomiendo que os dejéis envolver por la cautivadora e impecable prosa de su autora, porque logrará trasladar al lector hasta los parajes evocadores y de inusitada belleza de una comarca inglesa a principios del siglo XX, un pequeño pueblo de gente supersticiosa cuyas vidas se encuentran enmarañadas desde hace décadas, propensa a ver señales y portentos en todas partes y a sospechar lo peor de todo el mundo. Enlace: https://www.mislecturas.es/2.. |
>
