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Crítica de Celia_0504


Celia_0504
18 January 2024
No podría haber empezado el año lector 2024 de mejor forma. Lo he hecho con una novela realmente hermosa que me llamó la atención desde el mismo instante en que fue publicada en español, y que estaba convencida totalmente de que me iba a encantar. La he cerrado con sentimientos encontrados por la clase de trama que es, y convencida de una cosa: qué es muy probable que cuando llegue diciembre de 2024 este libro esté en mi Top cinco de mejores lecturas y eso que solo hemos empezado el año.

En los tiempos de la guerra napoleónica, en la laguna de Sarn, la joven Prudence Sarn lleva una vida triste y solitaria. Por culpa de su labio leporino, Prue está condenada a no poder casarse nunca y a ser rechazada por sus supersticiosos vecinos, que murmuran que es una bruja. El único consuelo que Prue tiene en una vida marcada por el extenuante trabajo al que la obliga la ambición de su hermano Gideon, obsesionado con ser rico, es la hermosa naturaleza que la rodea. Pero cuando Prue parece encontrar un alma gemela en el tejedor Kester Woodseaves, la ambición de Gideon convertirá la campiña de Shropshire en el escenario de una brutal venganza.

Mary Webb nos transporta a la Inglaterra rural del siglo XIX con una obra de ritmo plácido y prosa preciosista que a primera vista puede parecer meramente costumbrista y destinada a caer en lo sensiblero, o incluso en lo cursi. Pero a medida que se va desenrollando la madeja que Webb nos propone, descubrimos que nos encontramos ante una historia mucho más compleja y trágica de lo que puede parecer en la primera página, que paulatinamente va volviéndose más densa y oscura. En la sinopsis se compara a la escritora con Thomas Hardy y Emily Bronte, y lo que podría haber sido un simple gancho publicitario para atraer al lector no tarda demostrarse como muy cercano a la realidad. En”Precioso Veneno” se combinan las pasiones desmedidas y un tanto oscuras que sazonan “Cumbres Borrascosas” con el aura trágica de Hardy y la ambientación rural fina y bellamente retratada qué caracterizan las novelas del ciclo de Wessex del escritor victoriano. La prosa de Mary Webb es delicada, elegante y depurada, pero a la vez ágil y dinámica. Hay algo cristalino y luminoso en ella, es como una hoja que se mueve y baila al sol del viento. Cada una de las letras que componen en tinta y papel este tomo está cargada de una fuerza onírica inmensa, de un lirismo plástico que logra recrear una atmósfera potente que es imposible que no atraiga y atrape. Mientras uno lee a Webb, siente que pasea por esos campos de Shropshire y que el dialecto de cada personaje con el que se para a hablar entra por sus oídos. Los diálogos están llenos de fuerza y potencia, logran mostrarnos el mundo interior de sus personajes y enseñarnos muchos de los detalles y complejidades de la sociedad que la autora recrea en esta novela.

Es la pluma perfecta para recrear la naturaleza y la ambientación que consigue Webb recrear en este libro. Son simplemente mágicas y preciosas la manera en que habla de los entornos naturales con una belleza casi plástica, con nítidas descripciones de lugares y entornos detalladismas, recreándose en la belleza sanadora de la naturaleza forma en que el paso de las estaciones va sucediéndose a lo largo de los años y como este afecta al entorno que rodea a Prue. Quizás a alguno, mientras lee, le pueda parecer que tanta descripción ralentiza en demasía la lectura. Pero es que la naturaleza es una parte esencial de la obra, casi podría considerarse un personaje más de la misma Es en la soledad de la campiña, los lagos, los campos y los bosques de la región donde nuestra desdichada protagonista encontrará consuelo y fortaleza. Los cambios ambientales que se narran a lo largo de la historia tienen su motivo. Por un lado son motivo de razonamiento e inspiración, siendo la base en la que se sustentan muchos de los pensamientos e ideas que va desarrollando a lo largo del libro. Y por otro, casan con la evolución psicológica de Prue, consiguiendo enlazar su estado mental con el del lector, conseguir de una manera sutil, y sencilla que este empatice con lo que está pasando la joven en momentos concretos y ayudándole a meterse en su psique.

Y es que es Prue Sarn es un personaje que una vez que la conoces se queda para siempre contigo. es imposible no enamorarte de un carácter tan sufrido, dulce, tenaz, valiente, soñador y sencillo, condenada por algo de lo que no tiene la culpa y por una sociedad pueblerina y llena de prejuicios e ideas supersticiosas, destinada a trabajar como un animal de sol a sol en los campos para ayudar a su hermano a obtener las riquezas que éste anhela con una fuerza casi lujuriosa. Hay algo profundamente entrañable en Prue, tiene en sí misma madera de heroína. Pero no trágica, por más que sean tragicas muchas de las cosas por las que tiene que pasar en esta historia. No carece de orgullo, confianza en sí misma y dignidad, sabe perfectamente que pese a su defecto de nacimiento también tiene sus propias virtudes físicas y que es muy resistente y capaz de trabajar en los campos tan bien (incluso mejor), que cualquier hombre. No en pocas ocasiones nos deja caer que es plenamente consciente de su inteligencia, repitiendo varias veces al lector que sabe leer y escribir, una habilidad que pocos tienen entre esos vecinos que la desprecian. Todos esos pequeños detalles hacen que Prue no caiga en la cursilería más rancia o en el victimismo más barato, dan realismo, profundidad y humanidad al carácter, y consiguen que conecte mejor con el lector. Prue Actuará como narradora de la novela, y es a través de sus ojos, por el que conocemos los acontecimientos que la jalonan y el resto de personajes, los cuales están, a su vez, finamente trazados con gran maestría y de una forma tan nítida como lo está la propia Prue.

Todos son personajes muy realistas, llenos de matices y defectos, con personalidades muy bien construidas. Si hay algo en lo que se maneja con soltura es presentar de una forma realista y tierna sus personalidades. Nunca les juzga con severidad , como nuestra protagonista señala en un momento determinado, las personas estamos sujetas a muchas cosas, y a veces no controlamos lo que pasan por nuestros corazones y lo que sucede a nuestro alrededor. Pero al mismo tiempo les retrata con gran fidelidad y sinceridad, mostrando todos los entresijos de sus almas. Por más que Prue le quiera y compadezca, su hermano Gideon está demasiado cegado por su ambición y por sus sueños de grandeza, resulta demasiado antipático y duro. Pero incluso él tiene algo que consigue que no pocas veces se le pueda perdonar un poco, ya que hay una fuerza superior a él y una cabezonería que le marca más que sus propios deseos y le convierte en un ser de hierro sin corazón. Y al brujo y frio Beguildy, pese a que es el gran antagonista de esta historia, se le reconoce que ha nacido y se ha criado en un mundo que se le quedaba pequeño, que debidamente encarrilado, hubiera sido capaz de hacer grandes cosas por el bien común. Pero si hay un personaje que podamos considerar profundamente idealizado es Kester Woodseaves, el recien llegado tejedor de pueblo que muchas de sus ideas y principios se demuestra como un auténtico adelantado a su tiempo. Es muy bonito ver la forma tierna, inteligente, original y soterrada, como va desarrollándose su relación con, como poco a poco van conectando. Muchos de estos caracteres sirven para retratar una sociedad rural en la que cada uno de sus componentes tiene su papel bien trazado dentro de la misma, y todos están conectados unos con otros como si de una fina tela de araña se tratase. Una sociedad rural en la que la supersticiones, la hipocresía, las redecillas familiares y las ambiciones irán de la mano para crear un microcosmos finamente detallado y que refleja muy bien la Inglaterra rural del siglo XIX. Y que a su vez es el escenario perfecto para hablarnos de muchas cuestiones y situaciones que siempre acompañarán al ser humano, como la venganza, las ambiciones, las enemistades, el amor o la lujuria.

Es por trabajar todo esto por lo que “Precioso Veneno” se convierte en una obra atemporal, que puede decir muchas cosas al lector contemporáneo. Muy agradecida de que la editorial Trotalibros nos haya traído al español una obra tan desconocida, creada por una autora de vida azarosa y que hasta este momento nunca había leído y ni conocía su existencia. No se trata solo del hecho de conocer a autoras injustamente olvidadas, también se debe a que esta mujer me ha enamorado totalmente con una sola lectura. Ojalá que salgan al español más novelas de Mary Webb, porque estoy deseando leer todo lo que pueda de ella.

Quizás el único pero que pueda ponerle a esta lectura es que sus últimas páginas me han parecido un tanto precipitadas. La situación que se da en el último capítulo me ha parecido esperable, pero creo que se da de una manera demasiado abrupta si se compara con la lentitud que ha tenido el ritmo narrativo a lo largo de la historia. Pero Pese ese pequeño detalle, este libro se merece plenamente las cinco estrellas y no le quito ni una décima. Es una obra arriba, hermosa, intensa, atmosférica y adelantada a su época en muchos momentos. Desde prácticamente la primera hoja me han enganchado y enamorado. Había de hoy, que es cuando estoy escribiendo esta reseña, había pasado casi dos semanas desde que lo leí, y aún sigo pensando fuertemente en él. Sin duda es una historia y una protagonista que han venido para quedarse conmigo por mucho tiempo ya.
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