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Inishmore es una remota isla irlandesa, que queda aislada en días de tormenta como la que azota el lugar durante los hechos narrados en este libro. Es un pueblo cerrado, y no sólo por su localización, sino también por sus gentes. Cara, la policía del lugar (o garda, en el idioma local), lleva años viviendo allí, es viuda de uno de sus paisanos, sus hijos están completamente integrados, pero a ella la hacen el vacío, sigue siendo la forastera. ¿Por qué? Tal vez porque no nació allí, tal vez porque no habla el idioma local, tal vez porque la culpan del fallecimiento de Cillian, su esposo. Han pasado diez años tras su muerte, y en su recuerdo, el grupo de amigos que formaron desde niños se reúne en el aniversario. Son Cara, su viuda; Daithi, el amable y enorme dueño del bar del pueblo; Maura, la maestra del lugar; Seamus, el hermano de Cillian, recién llegado de Hollywood; y Sorcha y Ferdie (o como se escriba), casados y residentes en Dublín (esto parece el 1, 2, 3). Pero la reunión se ve enturbiada por la inesperada aparición del cadáver de Maura y aislados como están, Cara es la única que puede atrapar al asesino. La lectura del libro resulta muy entretenida. Es un libro ágil, que se lee muy rápido, con mucho ritmo, y aunque desde muy pronto intuí quien era el culpable y su motivo, esto no hizo que dejara de disfrutar su lectura, porque siempre hay algún secreto más que descubrir. |
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