Sin duda, el humor inglés no es para mí. Escribe Bill Bryson, el prologuista, que es el libro más divertido que ha leído nunca. A mí me ha hecho un total de cero gracia. Quizás en su lengua original sea más divertido y la falta de gracia venga de la traducción de cosas intraducibles. Pero, aún así, el estilo narrativo (un monólogo continuo plagado de "dijo, le dijo, me dijo, fui, fuimos... y carente de dialogo) se me ha hecho realmente cansino. No obstante, es un clásico del humor en Reino Unido, así que posiblemente sea que este tipo de humor no me llega.
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